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© 2013 Santi! |
Soy
una iletrada, una incurta, una chanta. Ando dando tumbos con el inglés. Esto me
pasa por no estudiar en el Villa María Academy, como quería mi mamá. Balbuceo
como guagua, se me lengua la traba,
pero lo peor, es que me baja la chilena que llevo dentro. Me pongo tímida,
fíjate. Fatal, fatal. O si lo prefieres, awful,
awful! No es fácil dominar la lengua de Shakespeare, sin caer en el
estereotipo de Farkas, you know? Una
cosa es leer, otra escribir, pero hablar, lo que se dice hablar, es la prueba
de fuego. Esas son cosas de Velasco, y otros pocos contados con las manos de
estos dedos. ¿O es al revés? Por Dios, mientras más vieja más disléxica. Así,
el día de la Mushroom voy a poder
sostener una conversación fluida en english.
Fuck me!
Hasta este momento de
mi vida, y ya sabes que soy una persona acontecida, mi nivel de inglés-HBO, me
bastaba y sobraba. Pero you never know
cuando deberás echar mano del idioma de los negocios. Así no más es la cosa. De
la nada surgió la idea del cliente, era que no, para hacer un comercial, y
además, un documental de seguimiento a los líderes del Dakar 2013. Toma ya!,
ese día andaba creativo el hombre. Por eso es que parezco empolva’o arriba de
esta moto KTM. Me paso todo el día tratando de seguir el ritmo de la
competencia, lo que agota, pero no es mucho problema. Las complicaciones surgen en
los descansos, en el campamento, donde estás obligada a conversar con:
franceses, que a regañadientes hablan inglés, camioneros Polacos y Rusos,
bastante guapos te diré, que hablan inglés infinitamente mejor que yo,
españoles, que hablan inglés poquito mejor que yo, y por cierto, nuestros
infaltables hermanos argentas, con
los que me hago pasar por gringa sólo por el placer de escucharlos hablar en
inglés. Con ellos me sube la autoestima.
A esta altura, tomo el
inglés como un desafío personal. Tengo clases formales en una universidad, tengo
clases particulares -legales-, no seas mal pensado, y cuando puedo me arranco a
los bares irlandeses de Santiago a poner en práctica mi lengua. Confieso que me
quedo cerquita del “guear ar llu from?”,
pero por lo menos, con algunas Guinness
in a bottle en el cuerpo, logro espantar la timidez que me abruma, and I try to talk like a champ! O al menos
eso creo.
Me pasa por agilá
también. Por aperrar más de la cuenta. El cliente me preguntó si sabía hablar
inglés, a lo que yo contesté: of course! And
here I am. Stupid girl! Lo bueno, es que el Dakar merece la pena. Es un
espectáculo alucinante. Ver al Chaleco perseguir a Cyril es impagable. Por eso,
todas las vergüenzas con this fucking
language, valen la pena.
Imagino que ya te habías
enterado por otro lado, pero igual te cuento: los análisis mostraron que no
tengo cáncer. O, not yet. Así que, a
poner en práctica eso de “Life is short,
play hard!”, se ha dicho.
Pues ya ves, en eso estoy.
Pues ya ves, en eso estoy.
FRANCA
GUERRERO
Activista
publicitaria.
Y directora
creativa de grupo
Agencia TT/Chile
#FF
@francaguerrero
EL
CLIENTE “ACOTA”