viernes, 5 de octubre de 2012

CINE RAMA.

© 2012 Santi!


Me arranqué de la pega. Durante las próximas tres horas, no quiero ver las caras del planner y Pedro Pablo, el Presidente de la agencia. Colapsé, arrugué, no aguanté más la presión de tener que sostener una sonrisa hipócrita en plena presentación al cliente. Si a eso le sumo la enorme cantidad de “pendientes”, seguro que el temblor del párpado y el dolor de cabeza hubiesen terminado en un “Stroke”, tal como el que le dio a la Sharon Stone.

Oficialmente no estoy ubicable. Extraoficialmente estoy en el cine del Parque Arauco, lugar que se ha convertido en mi último refugio, y donde han sido creadas mis últimas dos campañas. Con el celular apagado y la oscuridad de cómplice, he logrado “ese” momento de paz que me ha permitido salir de atolladeros creativos a punta de citas, de pequeños robos intelectuales a las películas de turno. No sé bien qué me pasa, pero ver cine en la semana y en horario laboral, genera en mi las condiciones ideales para entrar en un estado de trance, con pequeñas distracciones producto de alguna escena subida de tono, digámoslo en chileno, escena calentona, que puede llegar a transformarse en distracción permanente si el protagonista del cuadro, nunca mejor puesta la palabra, es Ben Afleck o Matt Damon. Uf, mijitos ricos!

Te sorprendería saber la fauna que pulula en las salas de cine a horas donde una cree que todo el mundo trabaja. Pues no, mi querido amigo. No todo el mundo trabaja, sólo lo hacen los esclavos del sistema capitalista mundial. Si te dijera la cantidad de vieja siútica, jubilada o en vías de jubilar, de estudiantes secundarios, de viejos verdes, y no tanto, y de hombres solos de corbata que puedes encontrar allí, pensarías que me lo estoy inventado. No querido. No sólo no es creación de esta cabeza loca, sino que es tan real como las piñericosas de nuestro Presidente o la tensión entre Golborne y Longueira, del que todas sabemos como la tiene.

La pregunta cae de cajón: ¿quién chuchas trabaja en el país de la excelencia? Perdón el exabrupto, pero yo! Porque se puede ver mal, puede parecer otra cosa, pero aquí, echadita sobre varias butacas como me ves, estoy laburando, pensando, estoy en la pega. Las apariencias engañan, pero créeme que en este momento también soy parte de la llamada "fuerza laboral".

Chúpate esa. Algún beneficio que saque de trabajar en publicidad.     

Mi función favorita es la de las 10:30, pero casi siempre llego a las de las 12:00, siempre premunida de una Moleskine, un café alto del Starbucks y unos M&M de maní. Y a copiar, perdón, a crear se ha dicho. Que para eso me pagan. 

Y si quieres un dato cinéfilo, te lo doy: fijo, “Carne de Perro” (2012). Acuérdate de mi. ;-)


FRANCA GUERRERO
Activista publicitaria.
Y
directora creativa de grupo
Agencia TT/Chile


EL CLIENTE “ACOTA” 


“Oye Franky,
tengo invitaciones p’a una avant premiere.
¿Las querís?”.