![]() |
© 2012 Santi! |
Te lo digo de frente, aunque se
incomoden los poderes fácticos de la publicidad. Soy defensora del
alumno en práctica. Me sulfuran las injusticias que se comenten con
ellos. Me descolocan las 60 lucas por las que trabajan, cuando no se dan
con una roca en los dientes.
Todos hicimos práctica, y algunas tuvimos suerte, aprendimos y avanzamos.
Las
cosas como son. Tomar becarios es una lotería, pero es parte del
proceso. Es la dinámica propia de una industria que vela por su capital
social. Hay que invertir tiempo en ellos, hay que involucrarse en su
formación. La universidad entrega rudimentos teóricos (y con dos años
basta), pero la praxis del oficio la encuentras en los pasillos, en la
máquina del café o en los fumaderos de una agencia.
Fantaseo con
ser “la vengadora” de los practicantes, como la "Black Widow". Los
futuros talentos deben ser tratados como iguales, con dignidad, porque
no son un cacho. En concreto eso significa: (1) pagarles -por lo menos-
el sueldo mínimo; (2) acordar la jornada de trabajo de acuerdo a la
legislación vigente, es decir, sin trasnochadas; y (3), exigirles
ciertos resultados creativos, sin esperar un premio del festival de "Cannes" cada vez que abran
la boca. Lo justo, es justo. Y nada de “pajarito nuevo la lleva” u otras
prácticas idiotas y abusivas que son ¡fatal, fatal!
Se pide
establecer condiciones de igualdad, de ser solidarios con las
habilidades, los métodos y la reflexión creativa. Hay que hacer la
transferencia de conocimientos aunque te toque el practicante “Bayer”
(que da dolor de cabeza), el “ferroviario” (vagón de día, durmiente de
noche), la becaria “Lewinsky” (se entiende), o el “Bob Marley” (también
se entiende). No importa si saca la vuelta, capea o es bueno para la
copia. Que surja un creativo de excelencia, como dice Pedro Pablo, el
presidente de la agencia, depende del tiempo que inviertes en él o en
ella.
Soy de la Portales, pero los prefiero de la Usach. Aperran
más y saben de piscolas, ron Silver y cóctel Molotov. Pero insisto en
lo dicho. El origen, da lo mismo. La responsabilidad está en el formador
o formadora, que no es lo mismo que torturador o torturadora. Yo, por
ejemplo, aprendí de Cassis y Atria, que para que te hagas una idea, ya
eran viejos cuando hice la práctica. Ambos dijeron que tenía mucho
futuro, que tenía pasta, que llegaría muy alto. Y bueno, acá estoy: en
TT Chile. Por lo menos no le
tengo que hacer la campaña al Sernam o a la Universidad Bernardo O’Higgins.
Para
cerrar, un mensaje: los publicistas bien nacidos, deberían estar
haciendo cola para crear –Pro bono- la campaña de María Josefa Errázuriz
a la Ilustre Municipalidad de Providencia. Es un bonito desafío, tipo
“David y Goliat”, frente a la artillería pesada y los corvos del
“Coronel”. ¿Quién dijo “yo”? No se amontonen. ¿Algún alumno en práctica?
FRANCA
GUERRERO
Activista publicitaria
Directora Creativa de Grupo Agencia
TT/Chile
www.pagalashorasextras.blogspot.com
@francaguerrero
francaguerrero@gmail.com
EL CLIENTE "ACOTA".
“Oye Franca.