Los 10 años de trabajo, arrugas, canas, psoriasis, algunos premios, y el colon irritable, no fueron atenuantes para evitar la expulsión del paraíso publicitario. Chicos y chicas, me han sacado tarjeta roja, por ídem. De nada importó haber ganado más de 17 cuentas. De nada sirvieron las 1375 horas extras de trabajo gratis. En promedio, regalé más de 180 minutos diarios de mi vida, que nunca más volveré a recuperar. Llevo grabado en mi espalda el calvario que debí soportar en este mundillo. Una hoguera de vanidades terrenales que me enferma. Tendré que amononar mi Linkedin. Fatal, fatal.
A los 43 años fui crucificada por el dueño de TT Chile, ese miserable ramplón al que consideraba mi amigo. Ese estúpido engreído, que me prometió entrar en la sociedad de la agencia. Ese pelotudo que me sobaba la espalda cada vez que iba a una licitación. Ese, que se hace llamar Pedro Pablo, pero que en la pobla lo conocen como “Elpiter”, así, todo junto. Ser abyecto, que aprovechó un vacío en la legislación laboral vigente para ponerme en la p*#a calle. Mi fuero sindical no sirvió de nada.
La expulsión.
No supe reaccionar cuando entré a la oficina de “Elpiter”. Me habló con un asqueroso tono condescendiente sobre los rendimientos laborales que se esperaban en la nueva etapa de TT Chile. Me habló de camisetas, frutas pasmadas, y frutas pasadas. Sospecho que estoy en la última categoría. No dije nada, tratando de mantener algo de dignidad, y me despedí, como si todavía fuera uno de mis mejores amigos. Estaba aturdida, lo concedo.
Salir del edificio caminando con mi cajita de cartón, hizo que la claridad tomara posesión de mi cuerpo. Y decidí pelear por un despido que a todas luces era injustificado. No me voy a sentir como la esponja vieja que acumula hongos en el lavavajillas. Lucharé por mis derechos. Y si me quieren echar por vieja, que no por gagá, pues que paguen lo que corresponde. No se la van a llevar pelá.
Sobre mi futuro, ni p*#a idea. Ser empresaria no está en mi horizonte. Tal vez forme una “Cooperativa Creativa”, donde las ganancias se repartan solidariamente, donde no se trabajen horas extras, y donde las piezas publicitarias tengan derecho de autor. El verdadero paraíso. Mejor dicho, el nirvana.
Ya veremos. Por de pronto le mando un mensaje al miserable que me expulsó:
NOS VEMOS EN LOS TRIBUNALES DEL TRABAJO, P*#O PEDRO PABLO.
FRANCA GUERRERO
Activista publicitaria
Cesante. Ex - Directora creativa de grupo. Agencia TT/Chile
www.pagalashorasextras.blogspot.com
#FF @francaguerrero
francaguerrero@gmail.com
Activista publicitaria
Cesante. Ex - Directora creativa de grupo. Agencia TT/Chile
www.pagalashorasextras.blogspot.com
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francaguerrero@gmail.com
EL CLIENTE “ACOTA”:
“Si se va la Franca, me voy con ella donde sea”.
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